International Journal of Stroke: Volumen 20, Número 3, Marzo 2025
14 Mar 2025 International Journal of StrokeInternational Journal of Stroke: Volumen 20, Número 3, Marzo 2025 Traducido por Dr. Matías J. Alet - @AletMatias
International Journal of Stroke: Volumen 20, Número 3, Marzo 2025 Traducido por Dr. Matías J. Alet - @AletMatias
Publicado por primera vez en línea el 28 de febrero de 2025
Hugh S. Markus
https://doi.org/10.1177/17474930251320903
Han pasado 30 años desde el ensayo de trombolisis del NINDS, y 10 años desde la publicación de los primeros ensayos positivos sobre trombectomía, y los avances en el ACV hiperagudo continúan a un ritmo acelerado. En este número de International Journal of Stroke (IJS), reunimos una serie de artículos que destacan algunos de estos avances.
El tenecteplase ha sido comparado con el alteplase en más pacientes de los que el alteplase fue comparado con placebo, y la superioridad en el resultado de escala de Rankin modificada 0-1 (sin discapacidad) a los 90 días ha sido demostrada en un metaanálisis de estudios. Un cambio a gran escala hacia el uso de tenecteplase ya ha ocurrido en Norteamérica, y ahora el tenecteplase está autorizado para el ACV en Europa, con las guías de la European Stroke Organization recomendando su uso. ¿Deberíamos todos cambiar a tenecteplase? Esto es analizado en una opinión destacada por Keith Muir, investigador principal del ensayo ATTEST-2. Resume los extensos datos de ensayos que demuestran la no inferioridad del tenecteplase a 0,25 mg/kg sobre el alteplase a 0,9 mg/kg en el ACV isquémico agudo tratado dentro de las 4,5 horas desde el inicio de los síntomas.
Destaca que, debido a su administración en bolo intravenoso único, el tenecteplase tiene una aplicación menos compleja, reduciendo los requerimientos de recursos y facilitando la transferencia interhospitalaria. Los datos de implementación en la vida real demuestran una reducción en los tiempos puerta-aguja y puerta-punción, y potencialmente mejores resultados clínicos con tenecteplase. También discute que algunos usos fuera de prospecto del alteplase están respaldados por datos positivos de ensayos controlados aleatorizados (ACV al despertar y de inicio desconocido, y uso en ventana tardía con apoyo de imagen entre 4,5 y 9 horas después del inicio), mientras que los datos equivalentes para el tenecteplase son menos concluyentes, aunque están en curso ensayos adicionales, como el Extending the Time Window for Tenecteplase by Effective Reperfusion of Penumbral Tissue in Patients with Large Vessel Occlusion (ETERNAL-LVO), cuyo protocolo se publica en este número del IJS. Considerando todos los datos disponibles, concluye que hay un fuerte argumento para un cambio universal al tenecteplase 0,25 mg/kg para toda la trombolisis en el ACV isquémico agudo, incluyendo su uso fuera de prospecto en casos de ACV al despertar/de inicio desconocido y en ventana tardía que cumplan con los criterios de imagen por resonancia magnética (RM) o perfusión utilizados en los ensayos clínicos relevantes. Su artículo es una lectura recomendada si desea conocer más sobre este área de actualidad.
Con la disponibilidad de terapias hiperagudas efectivas, es crucial garantizar que estas estén disponibles para el mayor número posible de pacientes con ACV. La telemedicina ofrece oportunidades en este sentido, particularmente en entornos donde las personas viven a cierta distancia del centro especializado en ACV más cercano. La falta de disponibilidad de un centro de ACV cercano es un problema particular en muchos países de ingresos bajos y medios. Esto hace que la encuesta global sobre servicios de telemedicina realizada por Christine Tunkl et al., del programa World Stroke Organization Future Leaders, sea particularmente relevante.
Ellos emplearon un enfoque de cuatro niveles para identificar de manera integral las redes de tele-ACV, involucrando principalmente la participación de expertos nacionales en ACV, sociedades de ACV y autoridades internacionales en ACV, e identificaron 254 redes distribuidas en 67 países. Reportaron una variación significativa en la cobertura de la red, la configuración y el uso de tecnología. La mayoría de los servicios se encontraban en países de altos ingresos y pocos servicios en países de ingresos bajos y medios, aunque, alentadoramente, algunas redes recientes se han establecido en estas regiones. Argumentan que la amplia variación en las prácticas de monitoreo de calidad entre redes, con muchas que no informan métricas clave de desempeño, subraya la necesidad urgente de medidas estandarizadas y apropiadas a los recursos para la garantía de calidad, que puedan adaptarse a diversos entornos.
Un tema relacionado es cómo los paramédicos pueden clasificar mejor los posibles casos de ACV agudo para identificar a aquellos con una alta probabilidad de ACV y transferirlos a un centro especializado. Esto ha adquirido particular relevancia con la sugerencia de que los pacientes con sospecha de oclusión de gran vaso deben ser trasladados directamente a un centro de trombectomía, omitiendo un centro de ACV dedicado solo a la trombolisis. En este número del IJS, Dekker et al. identificaron todas las escalas publicadas para la detección prehospitalaria de ACV y luego las evaluaron en una gran cohorte de pacientes con código ACV en los Países Bajos. Identificaron 14 escalas, de las cuales 7 (CPSS, FAST, LAPSS, MASS, MedPACS, OPSS y sNIHSS-EMS) pudieron ser reconstruidas. En su evaluación de 3.317 llamadas por sospecha de ACV (67,5% ACV, 32,5% simulador de ACV), las precisiones oscilaron entre 0,60 (LAPSS) y 0,66 (MedPACS, OPSS y sNIHSS-EMS), la sensibilidad entre 66% (LAPSS) y 84% (MedPACS y sNIHSS-EMS), y la especificidad entre 28% (sNIHSS-EMS) y 49% (LAPSS). MedPACS, OPSS y sNIHSS-EMS omitieron el menor número de pacientes tratados con reperfusión (10,3–11,2%), mientras que LAPSS omitió el mayor número (25,5%). Concluyen que las escalas de detección prehospitalaria de ACV generalmente mostraron alta sensibilidad, pero baja especificidad. Mientras que LAPSS tuvo el peor desempeño, MedPACS, sNIHSS-EMS y OPSS demostraron la mayor precisión y omitieron la menor cantidad de pacientes con ACV tratados con reperfusión. Sugieren que el uso de la escala más precisa podría reducir en casi un tercio las activaciones innecesarias del código ACV en pacientes con simulador de ACV, pero a costa de no detectar el 16% de los ACV y el 10% de los pacientes que recibieron tratamiento de reperfusión. Es probable que un diagnóstico más preciso requiera el uso de modalidades adicionales, como las imágenes en una unidad móvil de ACV o biomarcadores sanguíneos, aunque estos últimos aún no están listos para su uso clínico.
Todavía existe controversia sobre el papel de la imagen avanzada en pacientes con ACV isquémico agudo: cuándo deberíamos utilizarla y si deberíamos depender de ella en puntos temporales más tardíos o ampliar nuestros criterios de inclusión a pacientes con núcleos isquémicos grandes sin utilizar imágenes agudas. Estas controversias están bien resumidas en nuestra reciente opinión destacada sobre el tratamiento del ACV agudo por Bruce Campbell, que proporciona una actualización muy útil para el médico. En este número, se abordan dos artículos adicionales sobre este tema. El primero es una revisión sistemática y metaanálisis exhaustivo sobre el impacto de la perfusión por tomografía computarizada (PTC) en los resultados del ACV isquémico en la ventana tardía, incluyendo 14 estudios con 5.809 pacientes, de los cuales 2.602 recibieron PTC y 3.202 formaron parte del grupo de control. Los pacientes sometidos a PTC mostraron tasas significativamente más bajas de mortalidad relacionada con ACV a 90 días y mayores tasas de recanalización exitosa, aunque no hubo diferencia en la independencia funcional (escala de Rankin modificada 0–2). Concluyen que el estudio destaca la utilidad de la terapia guiada por PTC como herramienta complementaria en la selección para tratamiento endovascular en la ventana tardía.
Una alternativa al uso de PTC es la resonancia magnética (RM). Estudios recientes han sugerido que la señal en FLAIR puede tomarse como un marcador de tejido irreversiblemente dañado. En un estudio del French Acute Multimodal Imaging Study to Select Patients for Mechanical Thrombectomy (FRAME) y una cohorte observacional adicional de pacientes con oclusión de gran vaso sometidos a trombectomía mecánica, Scheldeman et al. encontraron que el estado de recanalización no influyó en la evolución de los cambios de penumbra en FLAIR, lo que sugiere que la señal en FLAIR está usualmente destinada al infarto.
Un área de intervención en ACV agudo mucho menos discutida es la trombosis del seno venoso cerebral (TSV). La terapia estándar para la TSV es la anticoagulación, con datos crecientes que sugieren que los anticoagulantes orales directos (AOD) pueden ser una alternativa eficaz a la warfarina. Sin embargo, en casos resistentes, se ha sugerido que el tratamiento endovascular puede ser útil. La falta de datos de ensayos clínicos ha llevado a una gran variabilidad en la práctica en este campo, como lo confirma una encuesta internacional publicada en este número del IJS. De 863 encuestados (de 2.744 invitados) en 61 países, el 74% apoyó el uso de tratamiento endovascular para la trombosis venosa cerebral (TVC) en ciertas situaciones clínicas. En los últimos tres años, el 56% de los encuestados utilizó tratamiento endovascular para el tratamiento de la TVC, y la mayoría (49,5%) estuvo involucrada en entre dos y cinco casos. Entre los intervencionistas, existía una variabilidad significativa en las técnicas utilizadas, siendo la trombectomía por aspiración (56%) y el stent retriever (51%) las más utilizadas en general. Esta encuesta proporciona datos de referencia útiles para la planificación de ensayos en esta área, que son urgentemente necesarios, como se describe en un reciente ejercicio de establecimiento de prioridades en investigación.
Otra área de intervención en ACV agudo menos discutida es el manejo de la oclusión aguda de la arteria central de la retina (ACR). ¿Deberíamos trombolizar a estos pacientes, y por cuánto tiempo después del inicio de la pérdida visual? En este número del IJS, Abdelmassih y sus colegas evaluaron el impacto de la reperfusión temprana en los resultados de 63 pacientes con oclusión de ACR vistos dentro de las 24 horas del inicio, de los cuales el 17% recibió trombolisis. La reperfusión temprana se evaluó dentro de las 24 horas mediante angiografía. Al seguimiento de un mes, la reperfusión temprana se asoció con una mejor agudeza visual, mejor campo visual y mejor calidad de vida. Esto enfatiza la importancia de la reperfusión temprana en la determinación del pronóstico después de oclusión de ACR y sugiere que la trombolisis puede ser un tratamiento eficaz. Un metaanálisis reciente en 771 pacientes sugirió un beneficio, particularmente si el tPA se administró dentro de las 4,5 horas, aunque los datos provinieron de estudios observacionales. El ensayo REVISION en curso, que reclutará hasta 422 pacientes dentro de las 4,5 horas de la oclusión de la ACR, proporcionará datos definitivos muy necesarios sobre este tema.
Hugh S. Markus
University of Cambridge, Cambridge, Reino Unido
Correo electrónico: hsm32@medschl.cam.ac.uk
Publicado en línea por primera vez el 30 de noviembre de 2024
¿Deberíamos cambiar a tenecteplasa para todos los accidentes cerebrovasculares isquémicos?Evidencia y logística
Keith W Muir
https://doi.org/10.1177/17474930241307098
Ensayos clínicos recientes proporcionan evidencia sólida de la no inferioridad de la tenecteplasa a una dosis de 0,25 mg/kg en comparación con la alteplasa a 0,9 mg/kg en el tratamiento del ACV isquémico agudo dentro de las 4,5 horas desde la última vez conocido bien. Un metaanálisis de datos agregados sugiere una probable superioridad de la tenecteplasa en cuanto a resultados excelentes (escala de Rankin modificada 0 o 1) a los 90 días. La administración más sencilla mediante un solo bolo intravenoso de tenecteplasa ofrece ventajas logísticas significativas en comparación con la alteplasa. Los datos de implementación en el mundo real demuestran una reducción en los tiempos puerta-aguja y puerta-punción, así como una posible mejora en los resultados clínicos. Evitar la necesidad de bombas de infusión y monitorización reduce los requerimientos de recursos y facilita la transferencia interhospitalaria. Las guías favorecen la tenecteplasa sobre la alteplasa debido a sus ventajas logísticas. La transición de los servicios hacia la tenecteplasa requiere considerar la educación y capacitación de todo el personal relevante (médico, de enfermería y de farmacia) y abordar las preocupaciones de los médicos. El uso de viales de tenecteplasa en dosis específicas para ACV (25 mg) es altamente preferible para minimizar el riesgo de errores de dosificación que podrían surgir con el uso de tenecteplasa en dosis cardíacas. Algunas indicaciones fuera de prospecto de la alteplasa están respaldadas por datos positivos de ensayos controlados aleatorizados (ACV del despertar y de inicio desconocido, así como el uso tardío basado en neuroimagen entre 4,5 y 9 horas después del inicio), mientras que los datos equivalentes para la tenecteplasa son menos concluyentes. Los datos de ensayos que comparan la tenecteplasa con controles proporcionan información relevante sobre seguridad tanto para el ACV del despertar/inicio desconocido como para las ventanas tardías, y algunos datos de eficacia favorecen a la tenecteplasa en una ventana tardía. Dada la solidez de la evidencia sobre la eficacia y seguridad biológicamente similares de la tenecteplasa a 0,25 mg/kg, y el potencial de errores de dosificación, no se recomienda mantener el uso de alteplasa para indicaciones fuera de prospecto.
Publicado en línea por primera vez el 11 de agosto de 2024
Escalas de detección de ACV en el ámbito prehospitalario: Comparación directa de 7 escalas en pacientes con sospecha de ACV
Luuk Dekker, Walid Moudrous, Jasper D Daems, Ewout FH Buist, Esmee Venema, Marcel DJ Durieux, Erik W van Zwet, Els LLM de Schryver, Loet MH Kloos, Karlijn F de Laat, Leo AM Aerden, Diederik WJ Dippel, Henk Kerkhoff, Ido R van den Wijngaard, Marieke JH Wermer, Bob Roozenbeek, and Nyika D Kruyt On Behalf of the LPSS and PRESTO Investigators
https://doi.org/10.1177/17474930241275123
Antecedentes:
Se han diseñado varias escalas prehospitalarias para ayudar a los paramédicos a identificar pacientes con ACV en el entorno de la ambulancia. Sin embargo, la validación externa y la comparación entre estas escalas son limitadas.
Objetivos:
Comparar todas las escalas publicadas de detección prehospitalaria de ACV en una gran cohorte de pacientes con activación del código ACV no seleccionados.
Métodos:
Se realizó una búsqueda sistemática de la literatura para identificar todas las escalas de detección de ACV. Se reconstruyeron estas escalas con datos adquiridos en el ámbito prehospitalario a partir de dos estudios de cohortes observacionales: el Leiden Prehospital Stroke Study (LPSS) y el estudio PREhospital triage of patients with suspected STrOke (PRESTO). Estos estudios incluyeron pacientes con activación del código ACV en cuatro regiones cubiertos por ambulancia en los Países Bajos, abarcando 15 hospitales y una población de 4 millones de personas. Para cada escala, se calculó la precisión, sensibilidad y especificidad en la detección de ACV (isquémico, hemorrágico o ataque isquémico transitorio [AIT]). Además, se evaluó la proporción de pacientes con ACV que recibieron tratamiento de reperfusión con trombólisis intravenosa o trombectomía y que habrían sido omitidos por cada escala.
Resultados:
Se identificaron 14 escalas, de las cuales 7 pudieron ser reconstruidas (CPSS, FAST, LAPSS, MASS, MedPACS, OPSS y sNIHSS-EMS). De los 3317 pacientes incluidos con activación del código ACV, 2240 (67.5%) presentaron un ACV (1528 isquémicos, 242 hemorrágicos, 470 AIT) y 1077 (32.5%) fueron diagnosticados como simuladores de ACV. De los pacientes con ACV isquémico, 715 (46.8%) recibieron tratamiento de reperfusión. Las precisiones oscilaron entre 0.60 (LAPSS) y 0.66 (MedPACS, OPSS y sNIHSS-EMS), las sensibilidades entre 66% (LAPSS) y 84% (MedPACS y sNIHSS-EMS), y las especificidades entre 28% (sNIHSS-EMS) y 49% (LAPSS). MedPACS, OPSS y sNIHSS-EMS omitieron la menor cantidad de pacientes tratados con reperfusión (10.3–11.2%), mientras que LAPSS omitió la mayor cantidad (25.5%).
Conclusiones:
Las escalas de detección prehospitalaria de ACV generalmente presentaron alta sensibilidad, pero baja especificidad. Mientras que LAPSS tuvo el peor desempeño, MedPACS, sNIHSS-EMS y OPSS demostraron la mayor precisión y omitieron la menor cantidad de pacientes tratados con reperfusión. El uso de la escala más precisa podría reducir en casi un tercio las activaciones innecesarias del código ACV en pacientes con diagnósticos simuladores, aunque con el costo de omitir el 16% de los ACV y el 10% de los pacientes que recibieron tratamiento de reperfusión.
Publicado en línea por primera vez el 7 de octubre de 2024
Más allá de la imagen convencional: Revisión sistemática y metaanálisis sobre el impacto de la perfusión por tomografía computarizada en los resultados del ACV isquémico en la ventana tardía
Salah Elsherif, Brittney Legere, Ahmed Mohamed, Razan Saqqur, Nida Fatima, Maher Saqqur y Ashfaq Shuaib
https://doi.org/10.1177/17474930241292915
Antecedentes:
La tomografía computarizada craneal sin contraste (TCC) y la angiografía por tomografía computarizada (ATC) se han convertido en herramientas esenciales para la selección de pacientes en el tratamiento endovascular (TEV) del ACV agudo. La selección de pacientes podría mejorar con la incorporación de la perfusión por tomografía computarizada (PTC) en la toma de decisiones. Nuestro objetivo fue analizar el impacto de la implementación de PTC en el tratamiento de pacientes con ACV isquémico agudo (ACVi) y evaluar si los resultados del ACV difieren en la ventana tardía.
Métodos:
Se realizó una búsqueda sistemática en las bases de datos PubMed, Embase y Web of Science para identificar artículos relacionados con ATC y PTC en el contexto del TEV. Los datos de los pacientes recopilados se dividieron en dos grupos: la cohorte PTC y el grupo control (TCC + ATC). Los desenlaces primarios evaluados fueron la escala de Rankin modificada (mRS), hemorragias intracraneales sintomáticas (HICs), mortalidad y recanalización exitosa.
Resultados:
Se incluyeron 14 estudios con un total de 5809 pacientes en el análisis final: 2602 recibieron PTC y 3202 fueron parte del grupo control. Los pacientes en el grupo TPC/ATC mostraron una reducción significativa en la mortalidad relacionada con el ACV a los 90 días (odds ratio [OR] = 0.72, intervalo de confianza [IC] del 95% = 0.60–0.87, p < 0.01) y una tasa significativamente mayor de recanalización exitosa (OR = 1.42, IC 95% = 1.06–1.94, p < 0.01) en comparación con los pacientes evaluados únicamente con ATC. Sin embargo, el análisis de otros desenlaces, incluyendo independencia funcional (mRS = 0–2), tiempos críticos y hemorragias intracraneales, no mostró significación estadística (p > 0.05).
Conclusión:
Este estudio resalta la utilidad de la terapia guiada por PTC como una herramienta complementaria en la selección de pacientes para TEV en la ventana tardía. Aunque la incorporación de PTC se asoció con una menor mortalidad, los desenlaces funcionales favorables no mejoraron. Se requiere más evidencia para comprender mejor las ventajas y limitaciones potenciales del uso de TPC en la imagenología del ACV.
Publicado en línea por primera vez el 26 de octubre de 2024
Reducción de la presión arterial en el ámbito prehospitalario en pacientes con ACV isquémico: Revisión sistemática y metaanálisis de ensayos controlados aleatorizados
Xiang Yuan, Qi Gan, Yu Zhang, Peng Wang, Weelic Chong, Yang Hai, y Fang Fang
https://doi.org/10.1177/17474930241298445
Antecedentes:
No está claro si el control de la presión arterial en el ámbito prehospitalario mejora los resultados en pacientes con ACV isquémico agudo. Esta revisión sistemática y metaanálisis tuvo como objetivo evaluar el efecto del tratamiento de reducción de la presión arterial en pacientes con ACV isquémico.
Métodos:
Se realizó una búsqueda en PubMed, Embase y el Cochrane Central Register of Controlled Trials para identificar ensayos controlados aleatorizados que compararan el tratamiento de reducción de la presión arterial en el ámbito prehospitalario con el tratamiento habitual o la ausencia de tratamiento en pacientes con ACV. El desenlace primario fue el resultado funcional, evaluado mediante la distribución de la escala de Rankin modificada (mRS) a los 90 días. El desenlace secundario fue la mortalidad a los 90 días.
Resultados:
De los 428 estudios revisados, tres cumplieron los criterios de inclusión, con un total de 3878 pacientes. En pacientes con ACV isquémico, el tratamiento de reducción de la presión arterial en el ámbito prehospitalario se asoció con puntuaciones mRS más altas a los 90 días (odds ratio [OR] común para peor mRS: 1.27, intervalo de confianza [IC] del 95%: 1.08–1.49) y un mayor riesgo de mortalidad a los 90 días (OR: 1.28, IC 95%: 1.02–1.61) en comparación con el tratamiento habitual.
Conclusión:
En pacientes con ACV isquémico, el tratamiento de reducción de la presión arterial en el ámbito prehospitalario se asoció con una mayor probabilidad de mal pronóstico funcional y un mayor riesgo de mortalidad.
Publicado en línea por primera vez el 26 de octubre de 2024
Redes de telemedicina para el ACV agudo: Análisis de cobertura global, brechas y oportunidades
Christine Tunkl, Ayush Agarwal, Emily Ramage, Faddi Saleh Velez, Tamer Roushdy, Teresa Ullberg, Linxin Li, Leonardo A Carbonera, Abdul Hanif Khan Yusof Khan, Bogdan Ciopleias, Zhe Kang Law, Aristeidis H Katsanos, Mirjam R Heldner, Maria Khan, Sarah Matuja, Matias J Alet, Javier Lagos-Servellón, Jatinder S Minhas, Susanna M Zuurbier, Maria Giulia Mosconi, Radhika Lotlikar, Ahmed Elkady, Stefan T Gerner, Shirsho Shreyan, Alexandra Krauss, Christoph Gumbinger, Padma Srivastava, Pawel Kiper, Robin Ohannessian, Anne Berberich, Gisele Sampaio Silva y Anna Ranta
https://doi.org/10.1177/17474930241298450
Antecedentes:
A pesar de la eficacia comprobada del tele-ACV (telestroke) en la mejora de los resultados clínicos al proporcionar acceso a experiencia especializada y permitir la toma de decisiones rápida en la fase hiperaguda del ACV, la evidencia operacional detallada sigue siendo escasa, especialmente en regiones menos desarrolladas o de bajos ingresos.
Objetivo:
Mapear el panorama global del tele-ACV y caracterizar las redes existentes.
Métodos:
Se utilizó un enfoque en cuatro niveles para identificar de manera integral las redes de tele-ACV, involucrando la participación de expertos nacionales en ACV, sociedades de ACV y autoridades internacionales en la materia. Posteriormente, se distribuyó un cuestionario diseñado específicamente a los líderes de todas las redes identificadas para evaluar su estructura, procesos y resultados.
Resultados:
Se identificaron 254 redes de tele-ACV distribuidas en 67 países. Los países de altos ingresos concentraron 175 (69%) de estas redes. No se encontró evidencia de servicios de tele-ACV en 58 países (30%). De las redes identificadas, 88 (34%) completaron la encuesta, de las cuales 61 (71%) estaban en países de altos ingresos. La configuración de las redes fue altamente heterogénea, con 17 (22%) redes con más de 20 hospitales afiliados, proporcionando miles de consultas anuales mediante tecnología altamente especializada, y 11 (13%) redes con menos de 120 consultas anuales utilizando equipos de videoconferencia genéricos. La transferencia en tiempo real de video e imágenes se utilizó en 64 (75%) redes, mientras que 62 (74%) realizaban monitoreo de calidad. La mayoría de las redes establecidas en los últimos tres años se encontraban en países de ingresos bajos y medianos.
Conclusión:
Esta encuesta global exhaustiva sobre redes de tele-ACV reveló una variación significativa en la cobertura, configuración y uso de tecnología. La mayoría de los servicios están en países de altos ingresos, mientras que hay pocas redes en países de ingresos bajos y medianos. Sin embargo, la tendencia emergente de nuevas redes en estas regiones marca un momento crucial en la atención global del tele-ACV. La gran variabilidad en las prácticas de monitoreo de calidad, con muchas redes sin reportar métricas clave de desempeño, subraya la necesidad urgente de establecer medidas estandarizadas de aseguramiento de la calidad que sean apropiadas para los recursos disponibles y adaptables a diferentes entornos.
Publicado en línea por primera vez el 24 de septiembre de 2024
Los cambios precoces en la penumbra en FLAIR predicen el destino tisular en pacientes con oclusiones de grandes vasos
Lauranne Scheldeman, Pierre Seners, Anke Wouters, Patrick Dupont, Soren Christensen, Michael Mlynash, Caroline Arquizan, Adrien Ter Schiphorst, Vincent Costalat, Hilde Henon, Martin Bretzner, Jean-François Albucher, Christophe Cognard, Jean-Marc Olivot, Jeremy J Heit, Gregory W Albers, Maarten G Lansberg, y Robin Lemmens
https://doi.org/10.1177/17474930241289235
Antecedentes:
En pacientes con ACV isquémico agudo, la penumbra se define como el tejido isquémico que sigue siendo recuperable si se produce la reperfusión. Sin embargo, la recuperación clínica esperada, congruente con el salvataje del área de la penumbra, no siempre se observa.
Objetivos:
Determinar si la penumbra definida por resonancia magnética (RM) incluye pérdida neuronal irreversible que impida la recuperación clínica esperada tras la reperfusión.
Métodos:
En el estudio prospectivo French Acute Multimodal Imaging Study to Select Patients for Mechanical Thrombectomy(FRAME) y en una cohorte observacional de pacientes con oclusiones de grandes vasos sometidos a tratamiento endovascular, cuantificamos la integridad de la penumbra mediante cambios en la secuencia FLAIR. Evaluamos la influencia del estado de recanalización en la evolución de los cambios en FLAIR de la penumbra y analizamos si estos cambios pueden predecir el destino tisular y el desenlace funcional a los 90 días según la escala de Rankin modificada (mRS).
Resultados:
El estado de recanalización no modificó la evolución de la intensidad de señal relativa (SR) en FLAIR en la cohorte total, pero se asoció con una menor intensidad de señal en el subconjunto FRAME (β = −0.06, p para interacción = 0.04). La mediana de SR en rFLAIR fue más alta en la penumbra que posteriormente evolucionó a infarto en comparación con la penumbra salvada (razón = 1.07, desviación estándar [DE] = 0.07 vs. 1.03, DE = 0.06, p < 0.0001, n = 150). La gravedad y extensión de los cambios en la SR de rFLAIR no predijeron el desenlace funcional a 90 días en los análisis univariado (p = 0.09) ni en el modelo de regresión logística multivariada (p = 0.4).
Conclusiones:
El estado de recanalización no influyó en la evolución de los cambios en FLAIR de la penumbra. Los cambios en la intensidad de FLAIR en la penumbra basal se asociaron con el destino tisular, pero no con el desenlace funcional.
Publicado en línea por primera vez el 21 de noviembre de 2024
Patrones de práctica y perspectivas internacionales sobre la terapia endovascular para el tratamiento de la trombosis venosa cerebral
Benjamin A Brakel, Alexander D Rebchuk, Johanna Ospel, Yimin Chen, Manraj KS Heran, Mayank Goyal, Michael D Hill, Zhongrong Miao, Xiaochuan Huo, Simona Sacco, Shadi Yaghi, Ton Duy Mai, Götz Thomalla, Grégoire Boulouis, Hiroshi Yamagami, Wei Hu, Simon Nagel, Volker Puetz, Espen Saxhaug Kristoffersen, Jelle Demeestere, Zhongming Qiu, Mohamad Abdalkader, Sami Al Kasab, James E Siegler, Daniel Strbian, Urs Fischer, Jonathan Coutinho, Anita Munckhof, Diana Aguiar de Sousa, Bruce CV Campbell, Jean Raymond, Xunming Ji, Gustavo Saposnik, Thanh N Nguyen, y Thalia S Field en representación del International EVT-for-CVT Survey Investigators
https://doi.org/10.1177/17474930241304206
Antecedentes:
La trombosis venosa cerebral (TVC) representa entre el 0,5% y el 1% de todos los accidentes cerebrovasculares. El papel de la terapia endovascular (TEV) en el manejo de la TVC sigue siendo controvertido, y las variaciones en los patrones de práctica no han sido bien documentadas.
Objetivos:
Presentar una caracterización internacional exhaustiva de los patrones de práctica y las perspectivas sobre el uso de TEV en la TVC.
Métodos:
Se distribuyó una encuesta integral de 42 preguntas a especialistas en accidente cerebrovascular a nivel global entre mayo y octubre de 2023, con el fin de recopilar información sobre los patrones de práctica y las opiniones respecto al uso de TEV en TVC.
Resultados:
La tasa de respuesta global fue del 31% (863 de 2744 encuestados) en 61 países. La mayoría de los participantes (74%) apoyó el uso de TEV para la TVC en ciertas situaciones clínicas. Los principales factores considerados para la toma de decisiones favorecieron los aspectos clínicos sobre los radiográficos o procedimentales, destacando el deterioro del nivel de conciencia (86%) y el empeoramiento de los déficits neurológicos (76%). En los últimos tres años, el 56% de los encuestados utilizó TEV para tratar la TVC, con la mayoría (49,5%) participando en entre dos y cinco casos. Entre los intervencionistas, hubo una variabilidad significativa en las técnicas utilizadas para la TEV (p < 0,001), siendo la trombectomía por aspiración (56%) y el stent retriever (51%) las más empleadas. A nivel regional, los intervencionistas en China utilizaron predominantemente heparina intra-seno (56%), mientras que en el resto del mundo esta técnica fue clasificada como "nunca indicada" en el 23% de los casos. Después del procedimiento, la heparina de bajo peso molecular fue el anticoagulante más utilizado (83%), aunque en América del Norte se prefirió la heparina no fraccionada (37%). En cuanto al seguimiento por imagen, la resonancia magnética (71,8%) y la tomografía computarizada con arteriografía o venografía (65,9%) fueron los métodos más utilizados.
Conclusión:
Nuestra encuesta revela una heterogeneidad significativa en los enfoques para la TEV en la TVC y proporciona una caracterización detallada de las indicaciones, técnicas y estrategias de manejo a largo plazo utilizadas por los clínicos a nivel internacional. Este recurso contribuirá a optimizar la selección de pacientes y los tratamientos endovasculares en futuros ensayos clínicos.
Publicado en línea por primera vez el 24 de noviembre de 2024
Reducción intensiva de la presión arterial en el ACV agudo con estenosis intracraneal post-trombectomía: Análisis secundario del ensayo OPTIMAL-BP
Kwang Hyun Kim, Jaeseob Yun, Jae Wook Jung, Young Dae, JoonNyung Heo, Hyungwoo Lee, Jin Kyo Choi, Il Hyung Lee, In Hwan Lim, Soon-Ho Hong, Minyoul Baik, Byung Moon Kim, Dong Joon Kim, Na-Young Shin, Bang-Hoon Cho, Seong Hwan Ahn, Hyungjong Park, Sung-Il Sohn, Jeong-Ho Hong, Tae-Jin Song, Yoonkyung Chang, Gyu Sik Kim, Kwon-Duk Seo, Kijeong Lee, Jun Young Chang, Jung Hwa Seo, Sukyoon Lee, Jang-Hyun Baek, Han-Jin Cho, Dong Hoon Shin, Jinkwon Kim, Joonsang Yoo, Kyung-Yul Lee, Yo Han Jung, Yang-Ha Hwang, Chi Kyung Kim, Jae Guk Kim, Chan Joo Lee, Sungha Park, Hye Sun Lee, Sun U Kwon, Oh Young Bang, Ji Hoe Heo, y Hyo Suk Nam en nombre del OPTIMAL-BP Trial Investigator
Antecedentes:
El manejo intensivo de la presión arterial (PA) dentro de las primeras 24 horas tras una reperfusión exitosa mediante trombectomía endovascular (TEV) se ha asociado con peores resultados funcionales en ensayos clínicos aleatorizados en poblaciones asiáticas. Dada la alta prevalencia de estenosis aterosclerótica intracraneal (EAI) en Asia, esta condición podría influir en dichos resultados.
Objetivos:
Evaluar si la presencia de EAI afecta los resultados del manejo intensivo de la PA después de una TEV exitosa.
Métodos:
Se realizó un análisis secundario del ensayo Outcome in Patients Treated With Intra-Arterial Thrombectomy–Optimal Blood Pressure Control (OPTIMAL-BP), que reclutó participantes entre junio de 2020 y noviembre de 2022. Se estratificaron los pacientes con oclusión de grandes vasos en la circulación anterior (OGV) en dos grupos: OGV relacionado con EAI y OGV embólico. Se analizaron los resultados clínicos en pacientes con manejo intensivo de la PA (objetivo de presión arterial sistólica <140 mmHg) y manejo convencional (objetivo de presión arterial sistólica de 140–180 mmHg) en cada grupo. El desenlace primario fue un resultado funcional favorable, definido como una puntuación en la escala de Rankin modificada (mRS) de 0 a 2 a los 3 meses. Los desenlaces de seguridad incluyeron hemorragia intracerebral sintomática dentro de las primeras 36 horas y mortalidad relacionada con el ACV en 3 meses.
Resultados:
Se incluyeron 192 pacientes, de los cuales 59 presentaban OGV relacionado con EAI y 133 tenían OGV embólico. En el grupo de OGV relacionado con EAI, la tasa de recuperación favorable a los 3 meses fue del 37,5% con manejo intensivo de la PA y del 55,6% con manejo convencional (odds ratio ajustado [OR] = 0.49; intervalo de confianza [IC] del 95% = 0.14–1.75; p = 0.27). En el grupo de OGV embólico, estas tasas fueron del 29,9% y 42,4%, respectivamente (OR ajustado = 0.64; IC del 95% = 0.28–1.45; p = 0.29). No se encontró una interacción significativa entre los grupos (p para interacción = 0.68). Además, en el grupo de OGV relacionado con EAI, los pacientes sometidos a manejo intensivo de la PA presentaron tasas más bajas de reperfusión exitosa a las 24 horas en comparación con aquellos con manejo convencional (67,7% vs. 91,7%; p = 0.03), mientras que en el grupo de OGV embólico no se observó una diferencia significativa. Se identificó un efecto de interacción significativo en la reperfusión exitosa a 24 horas entre los grupos de OGV relacionado con EAI y OGV embólico (p para interacción = 0.04). No se observaron diferencias significativas en los desenlaces de seguridad entre los grupos de manejo intensivo y convencional de la PA en ambos subgrupos de OGV.
Conclusiones:
La presencia de EAI no afectó significativamente los resultados del manejo intensivo de la PA dentro de las primeras 24 horas tras una TEV exitosa. Sin embargo, después de una reperfusión efectiva, el manejo intensivo de la PA debería evitarse independientemente de la presencia de EAI.
Publicado en línea por primera vez el 29 de noviembre de 2024
Reperfusión temprana en pacientes con oclusión aguda de la arteria central de la retina: Estudio prospectivo multicéntrico
Youssef Abdelmassih, Martine Mauget-Faÿsse, Pierre Seners, Dan Milea, Gabriel Hallali, Jessica Guillaume, Augustin Lecler, Catherine Vignal, Yannick Le Mer, Michel Paques, Sophie Bonnin y Michael Obadia
Antecedentes:
El pronóstico visual tras la oclusión de la arteria central de la retina (OACR) es generalmente desfavorable, pero su relación con la reperfusión temprana (RT) no está bien establecida. Evaluamos la incidencia de RT en la OACR aguda y en la oclusión de rama de la arteria retiniana (ORAR), así como su asociación con los desenlaces clínicos.
Métodos:
En este estudio observacional prospectivo y multicéntrico, se incluyeron pacientes con OACR aguda u ORAR que afectara la mácula y que se presentaron dentro de las primeras 24 horas desde el inicio de los síntomas. La RT se evaluó dentro de las primeras 24 horas tras la evaluación clínica inicial mediante angiografía con verde de indocianina (indocyanine green angiography, ICGA). El desenlace primario fue la mejor agudeza visual corregida (MAVC) al mes de seguimiento.
Resultados:
Se incluyeron un total de 70 pacientes, de los cuales 63 (90%) presentaban OACR. La mediana de edad fue de 71 años (rango intercuartílico: 67–77), el 63% eran hombres, y la mediana de tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la consulta fue de 5.3 horas (rango intercuartílico: 3.1–15.1). El 17% de los pacientes recibió fibrinolisis intravenosa. La RT se identificó en 34 pacientes (49%), de los cuales 21 (30%) lograron una reperfusión completa (llenado del 100% del campo de 55° en la ICGA). Los pacientes con RT tenían menor prevalencia de hipertensión y diabetes mellitus (p < 0.001 y p = 0.046, respectivamente). Al mes de seguimiento, la MAVC fue significativamente mejor en los pacientes con RT (mediana de MAVC: 1.3 logMAR vs. 1.7 logMAR, p = 0.001), con un beneficio aún mayor en aquellos con reperfusión completa (p para tendencia < 0.001). La RT también se asoció con una mejoría en el campo visual y la calidad de vida al mes de seguimiento (p < 0.05 para ambos).
Conclusión:
La RT ocurrió en casi el 50% de los pacientes y se asoció con mejores resultados visuales y mayor calidad de vida. Las terapias que aumenten la tasa de RT en la OACR podrían mejorar los desenlaces clínicos.
Publicado en línea por primera vez el 12 de diciembre de 2024
Predictores de mal pronóstico en pacientes con ACV agudo con oclusión de la arteria cerebral posterior y manejo médico
Candice Sabben, Frédérique Charbonneau, Michael Obadia, Davide Strambo, Elodie Ong, Mirjam R. Heldner, Hilde Henon, Adrien Ter Schiphorst, Loïc Legris, Thomas Agasse-Lafont, Denis Sablot, Nour Nehme, Igor Sibon, Aude Triquenot-Bagan, Valérie Wolff, Cécile Preterre, Charlotte Rosso, Gioia Mione, Roxana Poll, Jérémie Papassin, Andreea Aignatoaie, David Weisenburger Lile, Yannick Béjot, Solène Moulin, Emmanuel Carrera, Pierre Garnier, Patrik Michel, Pasquale Mordasini, Gregory W. Albers, Guillaume Turc, Mikael Mazighi y Pierre Seners
Antecedentes y objetivos:
La evolución clínica de los pacientes con ACV isquémico agudo con oclusión aislada de la arteria cerebral posterior proximal tratados solo con manejo médico ha sido poco descrita. Nuestro objetivo fue determinar los factores clínicos y radiológicos asociados con un mal desenlace funcional en esta población.
Métodos:
Realizamos un estudio retrospectivo multicéntrico internacional de pacientes consecutivos con oclusión aislada del primer (P1) o segundo (P2) segmento de la arteria cerebral posterior admitidos dentro de las 6 horas desde el inicio de los síntomas en 26 centros de ACV en Francia, Suiza y Estados Unidos, tratados solo con el mejor manejo médico. El mal desenlace funcional se definió como una escala de Rankin modificada (mRS) ⩾2 a los 3 meses o la no recuperación al mRS previo al ACV. Se estudiaron las asociaciones entre las variables previas al tratamiento y el mal desenlace en análisis univariado y luego multivariado, así como la asociación entre el mal desenlace y las variables radiológicas clave en el seguimiento.
Resultados:
En total, se incluyeron 585 pacientes. La mediana de edad fue de 74 años (rango intercuartílico [RIC] = 63–83), la mediana de la escala NIHSS fue de 6 (3–10), el 80% recibió trombolisis intravenosa (TIV) y el 22% y el 78% tenían oclusiones en P1 y P2, respectivamente. El mal desenlace ocurrió en el 56% de los pacientes. En el análisis multivariado enfocado en variables previas al tratamiento, la edad (razón de probabilidades ajustada [aOR] = 1.12 por cada incremento de 5 años [intervalo de confianza (IC) del 95% = 1.05–1.20]; p = 0.001), la puntuación NIHSS (aOR = 1.12 por cada incremento de un punto [1.08–1.18]; p < 0.001), el volumen del infarto (aOR = 1.16 por cada incremento de 5 mL [1.07–1.25]; p < 0.001) y la falta de uso de TIV (aOR = 1.79 [1.10–2.94], p = 0.020) se asociaron independientemente con un mal desenlace. En cuanto a las variables radiológicas de seguimiento a 24 horas, la recanalización completa (definida como la ausencia de trombo en el árbol vascular en o más allá de la lesión oclusiva primaria, aOR = 0.37 [IC del 95% = 0.21–0.65], p < 0.001) y la aparición de hematoma parenquimatoso (aOR = 2.37 [IC del 95% = 1.01–5.56], p = 0.048) se asociaron independientemente con un mal desenlace a los 3 meses.
Conclusiones:
El mal desenlace ocurrió en más de la mitad de los pacientes con ACV relacionado con la arteria cerebral posterior tratados médicamente. Facilitar el uso de TIV podría mejorar el desenlace funcional. Es necesario estudiar enfoques terapéuticos dirigidos a mejorar la recanalización y reducir la transformación hemorrágica en ensayos clínicos.
Publicado en línea por primera vez el 5 de noviembre de 2024
Impacto del tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la punción, y de la punción a la reperfusión, en la terapia endovascular en la ventana tardía (>6 h)
Agathe Sadeler, Stephanos Finitsis, Jean-Marc Olivot, Sebastien Richard, Gaultier Marnat, Igor Sibon, Lionel Calviere, Christophe Cognard, Mikael Mazighi, Jean-Philippe Desilles, Bertrand Lapergue, Ruben Tamazyan, Mathieu Zuber, Benjamin Gory y Benjamin Maïer
Antecedentes:
El aumento del tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la punción y el tiempo desde la punción hasta la reperfusión se asocian con peores resultados en pacientes con ACV isquémico tratados con terapia endovascular (TEV) en la ventana temprana (<6 h). Sin embargo, estas asociaciones están menos descritas en la ventana tardía (>6 h), donde los pacientes pueden beneficiarse de TEV debido a un perfil de imagen más favorable (paradoja de la ventana tardía). Nuestro objetivo fue comparar el efecto de estos períodos de tiempo entre ambas ventanas sobre los desenlaces de eficacia y seguridad.
Métodos:
El registro ETIS (Endovascular Treatment in Ischemic Stroke) es un estudio observacional prospectivo en curso en 21 centros que realizan TEV en Francia. Se incluyeron pacientes adultos con oclusión en la circulación anterior, tratados con éxito mediante TEV (mTICI 2b–3) entre enero de 2015 y junio de 2023, con un tiempo de inicio del ACV conocido. La cohorte se dividió en dos grupos según el tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la punción (⩽6 h vs. >6 h). El desenlace primario fue un desenlace favorable (escala de Rankin modificada 0–2 a los 90 días).
Resultados:
En total, se incluyeron 7516 pacientes, de los cuales 5936 fueron tratados en ⩽6 h y 1580 en >6 h. En la ventana temprana, el tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la punción y el tiempo desde la punción hasta la reperfusión se asociaron con peores desenlaces a los 90 días (odds ratio ajustada [aOR] = 0.68 por hora; intervalo de confianza [IC] del 95% = 0.64–0.73; p < 0.001 y aOR = 0.92 por cada incremento de 10 minutos; IC 95% = 0.90–0.94; p < 0.001, respectivamente). El tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la punción no se asoció con peores desenlaces a los 90 días en la ventana tardía (p = 0.955), pero el tiempo desde la punción hasta la reperfusión sí lo hizo (aOR = 0.91 por cada incremento de 10 minutos; IC 95% = 0.86–0.96; p = 0.001), con cada 10 minutos adicionales en el tiempo desde la punción hasta la reperfusión asociados con una reducción del 1.7% (IC 95% = 0.6–2.7) en la probabilidad de un desenlace favorable.
Conclusión:
Solo el tiempo del procedimiento de TEV se asocia con desenlaces desfavorables a los 90 días en pacientes en la ventana tardía. Estos resultados destacan cómo la paradoja de la ventana tardía puede terminar al inicio de la TEV y subrayan la necesidad de una gestión oportuna, particularmente para la TEV, incluso en pacientes en la ventana tardía con un perfil de imagen presumiblemente más favorable.
Publicado en línea por primera vez el 9 de diciembre de 2024
Extensión de la ventana de tiempo para tenecteplasa mediante la reperfusión efectiva del tejido en penumbra en pacientes con oclusión de grandes vasos: Justificación y diseño de un ensayo multicéntrico, prospectivo, aleatorizado, abierto, con evaluación de desenlaces enmascarada, fase 3, controlado
Vignan Yogendrakumar, Bruce C.V. Campbell, Leonid Churilov, Carlos Garcia-Esperon, Philip M.C. Choi, Dennis J. Cordato, Prodipta Guha, Gagan Sharma, Chushuang Chen, Amy McDonald, Vincent Thijs, Abul Mamun, Angela Dos Santos, Anna H. Balabanski, Timothy J. Kleinig, Ken S. Butcher, Michael J. Devlin, Fintan O’Rourke, Geoffrey A. Donnan, Stephen M. Davis, Christopher R. Levi, Henry Ma y Mark W. Parsons en nombre de ETERNAL-LVO Investigators.
Justificación:
El beneficio de la tenecteplasa en el tratamiento de pacientes con oclusión de grandes vasos (OGV) que se presentan dentro de las 24 horas desde el inicio de los síntomas sigue siendo incierto.
Objetivo:
Este estudio tiene como objetivo evaluar la eficacia y seguridad de la tenecteplasa, en comparación con el tratamiento estándar, en pacientes que se presentan dentro de las primeras 24 horas desde el inicio de los síntomas con una OGV y un mismatch objetivo en la tomografía computarizada de perfusión (TCP).
Métodos y diseño:
El ensayo Extending the time window for Tenecteplase by Effective Reperfusion of peNumbrAL tissue in patients with Large Vessel Occlusion (ETERNAL-LVO) es un ensayo fase 3, prospectivo, aleatorizado, abierto, con evaluación de desenlaces enmascarada, con grupos paralelos, de superioridad, con una aleatorización 1:1 ajustada por covariables y reestimación adaptativa del tamaño muestral. Los pacientes con ACV por OGV en la circulación anterior, que se presenten dentro de las 24 horas desde el inicio del ACV o la última vez visto bien y con un mismatch objetivo en la TCP o la resonancia magnética (MR), serán asignados aleatoriamente a recibir tenecteplasa (0.25 mg/kg) o el tratamiento estándar (alteplasa 0.90 mg/kg o manejo conservador a discreción del clínico) antes de someterse a terapia endovascular.
Desenlaces del estudio:
El desenlace primario es la proporción de pacientes con una puntuación en la escala de Rankin modificada (mRS) de 0–1 (sin discapacidad) o retorno a la mRS basal a los 3 meses. Los desenlaces secundarios y de seguridad incluyen la proporción de pacientes con mRS de 0–2 a los 3 meses, un análisis ordinal de la mRS a los 3 meses, la proporción de pacientes con hemorragia intracerebral sintomática (HICs), la proporción de pacientes con muerte por cualquier causa y la proporción de pacientes con mRS 5–6 a los 3 meses (discapacidad grave o muerte).
Discusión:
El ensayo ETERNAL-LVO se basará en la evidencia actual sobre la tenecteplasa en la ventana >4.5 horas. Específicamente, este ensayo evaluará la tenecteplasa en una población de pacientes con acceso a terapia endovascular pero que pueden experimentar retrasos en el inicio de la terapia endovascular o requerir transferencia desde un centro primario a un centro integral de ACV.
Trial registration: ClincialTrials.gov: NCT04454788.
Publicado en línea por primera vez el 5 de noviembre de 2024
Mejorando la seguridad y eficacia mediante la administración temprana de tirofibán después de la trombólisis intravenosa: Protocolo del ensayo multicéntrico, aleatorizado, controlado con placebo y doble ciego ASSET IT
Chunrong Tao, Tianlong Liu, Jun Sun, Yuyou Zhu, Rui Li, Li Wang, Chao Zhang, Jianlong Song, Xiaozhong Jing, Thanh N. Nguyen, Raul G. Nogueira, Jeffrey L. Saver y Wei Hu
https://doi.org/10.1177/17474930241299666
Antecedentes:
La trombolisis intravenosa (TIV) es el tratamiento fundamental para el ACV isquémico agudo dentro de las primeras 4.5 horas tras el inicio. Las guías actuales recomiendan la administración de medicación antiplaquetaria 24 horas después de la TIV. Sin embargo, la reoclusión vascular es una ocurrencia común después de la TIV. El tirofibán, un antagonista de la glucoproteína plaquetaria IIb/IIIa, puede ayudar a prevenir la reoclusión macrovascular, evitar la trombosis microvascular y mejorar el flujo sanguíneo cerebral.
Objetivo:
Este ensayo tiene como objetivo evaluar si la administración temprana de tirofibán puede mejorar los desenlaces clínicos en pacientes con ACV que recibieron TIV.
Métodos y diseño:
El ensayo Advancing Stroke Safety and Efficacy through Early Tirofiban Administration after Intravenous Thrombolysis (ASSET IT) es un estudio multicéntrico, aleatorizado, controlado con placebo y doble ciego, iniciado por investigadores. Hasta 832 pacientes elegibles serán aleatorizados consecutivamente en una proporción 1:1 para recibir tirofibán intravenoso o placebo durante un período de 2 años en 38 centros de ACV en China.
Desenlaces:
El desenlace primario es un estado funcional excelente a los 90 días, definido como una puntuación en la escala de Rankin modificada (mRS) de 0–1. Los desenlaces de seguridad primarios incluyen hemorragia intracerebral sintomática a las 24 horas y mortalidad a los 90 días.
Trial registration NCT06134622 (clinicaltrials.gov).